De Escañuela: Villa del Alharilla y Arjona: Muerte de don Ruy López Dávalos, condestable de Castilla, año de 1428 y de su vaticinio a don Álvaro de Luna "cual es, tales fuimos, y cuales somos, tal será."

Muerte de don Ruy López Dávalos
Condestable de Castilla,

y lo que de él escribe

Hernán Perez de Guzmán.

Cap. CCIX.

En seis de Enero del año de mil y cuatrocientos y veintiocho murió en la ciudad de Valencia el gran condestable de Castilla don Ruy López de Dávalos famoso por su valor y bondad, del cual Hernán Pérez de Guzmán en su Elogio dice así:
Llegándole el tiempo, que por nuestro Señor estaba ordenado o en purgación de sus pecados o en tentación de su paciencia, pasando en Castilla los hechos por diversas y adversas fortunas, este caballero con temor de ser preso, fue a Aragón, y luego por mandado del rey le fueron tomados todos sus bienes, y oficios, y villas, y lugares, y repartidos entre los Grandes del Reino. Y así él, ya viejo en edad, de setenta años, muy apasionado [muy enfermo] de gota y otras dolencias, muy afligido por la falsa infamia, y por el destierro y perdimiento de bienes, murió en Valencia del Cid.
La causa de que fue acusado es que trataba con el rey de Granada en deservicio del rey. Lo cual fue malicia y falsedad, según se mostró claro, porque aquel su secretario, que por consejo de algunos hizo las cartas falsas, cuando fue muerto por justicia, confesó públicamente, ser falsedad, y manifestó, que había hecho los sellos falsos en Toledo, para sellar las dichas cartas falsas. Y así el malo padeció muerte por la dicha falsedad, pero el inocente no fue restituído, de lo cual parece, que mas por codicia de sus bienes, que por celo de hacer justicia, fue contra el procedido. Gracias a la avaricia que en Castilla es entrada, y la posee lanzando de ella vergüenza y conciencia, que hoy no tiene enemigos el que es malo , sino el que es muy rico.
"Aquí podemos decir ¿quién te mató Señor? Dijo , lo mío."
Escribe el Doctor Lorenzo Galíndez de Carvajal, que como visitase en Valencia al Condestable don Ruy López de Dávalos un criado del condestable don Álvaro de Luna, le dijo don Ruy López: Decid a vuestro amo que cual es, tales fuimos, y cuales somos, tal será, como aún más ásperamente se vio en la muerte del maestre y condestable [Don Álvaro de Luna].
Muerto el gran condestable don Ruy López de Dávalos en Valencia, juntráronse algunos de sus hijos en la ciudad de Toledo, donde en seis de Septiémbre de mil y cuatrocientos y cuarenta ante Pedro Fernández Azor escribano público de aquella ciudad hicieгоп partición de los bienes y hacienda de su padre que estaban enajenados, de [los] que traían pleito ante el Rey don Juan, por la cual cupo a cada uno de ellos lo siguiente:

A Pedro López de Dávalos el mayor (a) Arjona, la Higuera, Jimena, Jódar, Recena, la mitad de Ibros, la heredad de Alharilla con su jurisdicción, que todo ello era en este obispado de Jaén, y las casas de Córdoba con todas las heredades de ella. [A] Este Caballero fue,a quien pasó en su casamiento la extraña aventura que escribe el Doctor Carvajal.

A Diego López de Dávalos (a) Arenas, el Colmenar, el Adrada, Castil de Vayuela, Candeteda, la Puebla, Alixa, la heredad de Talavera.

A Fernando de Dávalos Arcos de la frontera, las Aceñas de Guadalete, toda la hacienda de Sevilla, la almona del jabón.

A Iñigo de Dávalos, que estaba en Milán, Ribadeo que es en el obispado de Oviedo, la villa de Ravía, la Tenencia de la Fortaleza de Coruña, los oficios de la Coruña, Beranzos, y Bivero.

A Alonso de Dávalos (a) Osorno en el obispado de Palencia, la mitad de Villabarva en el obispado de Zamora, las tercias de Paredes, con la hacienda, que tenía en Carrión.

A doña Maria de Dávalos dos mil florines, las casas de Ávila, y heredamientos de Ávila.

А los hijos de Beltrán de Dávalos, difunto, tres mil de juro situados en los libros del rey.

A doña Mencia de Dávalos dos mil florines en enmienda de la villa de Osorno, que el Condestable le había adjudicado.

Adjudicaron a la condesa de Ribadeo, que en este tiempo era viva quinientos florines de oro de renta, que el condestable tenía en los Pinares y en la Fuente de Villena, y la heredad de Madrigal y la heredad de Alharaz, y diez mil de juro en emienda de la villa del Alharilla, que era suya, y repartió a Pedro López de Dávalos, el hijo mayor.

Está la escritura original de esta partición en poder de don Ruy López de Dávalos mayordomo de la reina nuestra señora, y de la boca de su magestad, castellano de Palencia, cuyo mayorazgo es en Toledo, descendiente de Pedro López de Dávalos hijo mayor del Condestable, y de este linaje y sucesión ha habido, y hay en la ciudad de Toledo muy principales caballeros.

De Alonso de Dávalos, que pasó a Italia en servicio de los reyes de Nápoles, desciende por varón la casa de los excelentísimos marqueses del Vasto y de Pescara, de los cuales y de sus hermosas hazañas el mundo está enriquecido.

Transliteración del Nobleza del Andalucía de Gonzalo Argote de Molina, Sevilla 1588.